


Uno de los hechos 'más' conocidos acerca del gusto se refiere a la distribución de la sensibilidad ante los cuatro sabores básicos. Collings (1974) estudió de nuevo este "hecho".

El mapa anatómico de la lengua que presenta la captación del sabor "dulce" en la punta, "amargo" en la parte posterior y así sucesivamente, se remonta a la tesis doctoral de Hänig publicada en Philosophische Studien en 1901. Hänig demostró que si los valores umbral de los cuatro estímulos (dulce, ácido, salado y amargo) se podían demostrar que variaban de forma diferencial alrededor del perímetro de la lengua, esto respaldaría su razonamiento, que afirmaba, los cuatro sabores obedecían a mecanismos fisiológicos diferentes. Hänig observó que la sensibilidad para detectar el sabor dulce era máxima en la punta de la lengua y mínima en la base.

Al degustar bitter, la sensibilidad alcanzaba su máximo en la base de la lengua y el mínimo en la punta. Pero, la sensación de salado era, aproximadamente igual, en todos los lugares. Para el sabor agrio, la sensibilidad era mínima en la punta y en la base, mientras que alcanzaba el máximo en dos puntos equidistantes a medio camino en los bordes de la lengua.

Edwin Boring, el conocido historiador de sicología en la Universidad de Harvard, analizó las tesis de Hänig en su obra Sensación y Percepción parte de la Historia de la Sicología experimental publicada en 1942. Boring no reprodujo la tesis de Hänig al publicar, en 1942, Sensación y Percepción en la Historia de la Sicología Experimental. Boring no repitió el esquema resumido de Hänig, y en su lugar, calculó la sensibilidad real, empleando los recíprocos de los valores umbral promedio indicados en las tablas de Hänig.

El esquema de Boring no permite averiguar hasta que punto, influyen los tamaños de las variaciones expresados en ordenadas. Otros autores fundados en el gráfico de Boring, llegaron a la conclusión que, prácticamente, no había sensación en los lugares donde las curvas mostraban un valor mínimo, mientras que la sensación alcanzaba un máximo donde las curvas también llegaban a su máximo y, en consecuencia, nos muestran los mapas anatómicos que ya conocemos de la lengua, que marcan "dulce" en la punta de la lengua, "amargo" en la base de la lengua, etc.

Collings examinó de nuevo, en 1974, la variación de los valores umbral. En algunos aspectos, obtuvo resultados distintos de los presentados por Hänig (por ejemplo, los valores umbral del sabor amargo son en realidad más bajos en la parte delantera de la lengua que en la parte posterior). Sin embargo, Collings y Hänig están de acuerdo en un aspecto muy importante: la lengua presenta variaciones pequeñas y los valores umbral del gusto alrededor de su perímetro.
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